domingo, 15 de agosto de 2010

"Segunda Asesoría"

En esta segunda asesoría, escuchamos unos mini - cuentos colombianos narrados por nuestro docente, a través de los cuales nos motivaron para la elección de las obras contemporáneas colombianas que ibamos a leer.
Además de esto, conocimos los primeros capítulos de Teoría Literaria y a continuación, pongo un pequeño análisis de los capítulos leídos, y así mismo de algunas percepciones de los mini cuentos escuchados.
"TEORÍA LITERARIA"
Primer capítulo: La literatura y los estudios literarios.

Se puede ver como en primera estancia, se nota una cierta distinción entre la literatura y los estudios literarios. La diferencia es que la literatura es como creadora, constituye un arte y los estudios no son precisamente una ciencia si no una especie de sabiduría.

La literatura como se puede saber, es el arte que utiliza como instrumento la palabra. También se refiere al conjunto de producciones de una nación, de una época o de un género (la literatura griega, la literatura del siglo XIX, entre otras), y al conjunto de obras que tratan sobre un arte o una ciencia y lo que la trata y los estudia, se le llaman precisamente géneros literarios.

El problema muchas veces se ve reflejado en la forma de abordar o conocer el arte, y sobre todo el arte literario; sin embargo, y mediante argumentos de personas conocedoras del tema, es posible emplear métodos desarrollados por las ciencias naturales, y transportarlos al estudio de la literatura.
Hablando de la ciencia natural, podemos decir que se interesa por lo concreto y lo individual; desde un lado, los individuos pueden ser cubiertos y comprendidos por referencia a algún esquema, para así decir lo que es cultura.

Finalizando, se puede comprender como el ideal no disminuye la importancia de la comprensión y el goce simpa téticos como condiciones de nuestro propio conocimiento de la literatura y de su mismo enfoque, nuestras percepciones sobre esta, solo son condiciones previas.


Segundo capítulo: “Naturaleza de la literatura”

Partiendo de la idea de que la literatura es decir todo lo que está en letra de molde, comienza este capítulo que nos habla sobre la literatura en sí y sobre las percepciones de algunos pensadores e historiadores.
Hablando de la historia de la civilización de donde se puede desencadenar gran parte de la literatura, vemos como el estudio de todo lo relacionado con esta, tare consigo lo que en realidad son los estudios estrictamente literarios, ya que todas las distinciones desaparecen, y de igual manera se considera valiosa en cuanto a los resultados de dicha disciplina.

Acá se trae a colación la poesía lirica, del drama y de la novela, las grandes obras que se eligen desde un criterio estético; desde otro punto de vista, se exalta la manera intelectual de estas y la composición como tal.
También se puede ver como en ciertas literaturas que están desarrolladas, y especialmente de algunas épocas, el poeta no hace otra cosa que servirse de una convención establecida, o sea el lenguaje como tal. También la poesía genuina nos afecta más sutilmente, pues el arte impone una estructura por así decirlo, lo cual saca el contenido de la obre del mundo de la realidad.

Según el documento el núcleo del arte literario ha de buscarse en los géneros tradicionales de la lirica, la épica y el drama, en todos los cuales se remite a un mundo de fantasía y de ficción.

Finalizando, todas las distinciones y términos que se vieron en el capitulo, entre la literatura y no literatura, permitieron el desarrollo del concepto como tal, de los errores que muchas veces se comenten por creer que se está haciendo literatura solamente por el hecho de escribir y ya; también vimos las partes que tienen que ver con este, como lo es la variedad, la contemplación, la estética y la construcción de los textos, parte fundamental de la creación de la literatura.

Tercer capítulo: “función de la literatura”

En todo momento, historia o tiempo, la naturaleza y la función de la literatura es continua. Acá es donde se hace presente la poesía, donde se ve su naturaleza, y todo objeto o clase de objetos se utiliza del modo más eficaz y racional para aquello que es, o que se ve como fundamentalmente.

Se puede ver como en toda obra literaria se puede observar una excesiva función literaria, aunque sea interesante o pueda defenderse por otros conceptos.

Se pueden ver los tipos de literatura existentes, como lo es la alta literatura, la buena literatura y la literatura infraliteraria; en las cuales es muy importante la percepción de cada quien, pues depende del observador, del lector, es de donde se deriva el tipo de literatura, aunque estas tienen de igual manera unas normas.
Toda obra literaria debe de tener una precepción buena, y leerle, adaptarla y tomarla en serio, es por lo menos darles la importancia y una muy buena utilidad a lo que se percibe.

La parte relativa de la literatura tiene mucha historia; y una parte fundamental en la literatura y la cual mencionan mucho en el texto es la poesía, la cual tiene muchas funciones posibles; una de ellas y la principal es la fidelidad a su propia naturaleza.


Cuarto capítulo: “teoría, critica e historia literarias”


Inicialmente, el capítulo nos hablaba de algunos términos como la filología que es una palabra proveniente del latín philologĭa, y que a su vez, significa: “amor o interés por las palabras”. Desde un campo más completo y ampliado, es la ciencia que se ocupa del estudio de los textos escritos, a través de los cuales intenta reconstruir, lo más fielmente posible, los textos originales con el respaldo de la cultura que en ellos subyace.
El filólogo se sirve, por tanto, del estudio del lenguaje, la literatura y demás manifestaciones escritas, en cuanto constituyen la expresión de una comunidad cultural determinada. Desde otro punto de vista, la filología, puede ser un término usado antes del siglo XX para lo que ahora se entiende como la lingüística.
A partir de esto, se hablaba del estudio de los autores de cada obra literaria; y se mencionan y se pueden percibir como el único argumento posible contra el estudio de autores vivos es la consideración de que el estudio renuncia a la perspectiva de la obra completa.

A través de la teoría literaria, se puede percibir un poco de su historia, donde se llena de gran importancia para la crítica literaria tan pronto como esta ultima va mas allá de la declaración subjetiva de simpatías y antipatías. De aquí es donde se puede ver como el crítico que se contenta con ignorar todas las relaciones históricas se extravía constantemente en sus diferentes juicios y pensamientos.
Ya al finalizar el texto podemos ver como aparece la sensibilidad moderna la cual le da perspectiva a la poesía anglosajona o a la abundante lirica medieval; y de la misma manera se puede ver la protección de algunos puntos de vista históricos y el estudio sistemático de los problemas que se hacen presentes en estos.

Quinto capítulo: “literatura general, literatura comparada y literatura nacional”

La literatura comparada, es empleada por los estudios anglosajones, es quizás un poco compleja y difícil de entender, sin embargo, es muy importante en la modalidad de los estudios literarios ya que en el nivel académico no ha tenido tanto éxito.
En cuanto a la práctica, abarca todavía las esferas de estudio y de grupos de problemas bastantes distintos. Estudia la literatura oral, la literatura culta, y la literatura artística.
Por otro lado, se ve otra percepción del término literatura comparada, ajustado al estudio de las relaciones entre dos o más literaturas.

Hablando de las dificultades que emplea esta percepción sobre literatura comparada, se ve por ejemplo, la acumulación de tales estudios y niegan que puedan surgir un sistema determinado.

La literatura general es referida a la literatura universal, lo que significa y se puede ver como el entendimiento total y perseguir el desarrollo y evolución de la literatura sin tener en cuenta las distinciones lingüísticas existentes.

Y ya hablando de la literatura nacional, podemos ver como esta se refiere a los tipos de literatura específicos de un lugar en especial; pero se puede ver como no solo pueden ser de categorías geográficas o lingüísticas de un determinado sitio.


Acá un poco de ellos con sus autores.


1) "EL ENCARGO": Nos hablaba de un "matón" - de una "arma" - y todo esto enmarcaba la corrupción en una escena diferente.

Adalberto Agudelo Duque:
Es Licenciado en Idiomas Modernos y Literatura de la Universidad de Caldas. Como docente trasegó todo el esquema educativo desde la escuela rural hasta la cátedra universitaria. Publicó su primera novela “Suicidio por reflexión” en 1967. Después de un exilio literario de más de quince años, regresó en 1979 con “Toque de queda” en la antología “Diecisiete cuentos colombianos” de Colcultura. Desde entonces ha merecido importantes galardones en cuento, novela, poesía y ensayo en los Estados Unidos, México, España, Chile y especialmente en Colombia. Premio Nacional de Cuento Colcultura 1994 con el libro “Variaciones” es uno de los escritores más sólidos y disciplinados de Caldas.


2) “VOLAR”: Nos hablaba de la hoja leída, desdoblada y vuelta a doblar. Esto nos explicaba y nos hablaba sobre el asombro, un cuento absurdo, inesperado, reacciones diferentes.

Gustavo Arango:
Nació en Medellín (Colombia) en 1964. Estudió la carrera de Periodismo, obtuvo el título de Comunicador Social-Periodista y ha trabajado en el periódico El Universal de Cartagena de Indias en la década de los noventa, como editor del Suplemento Cultural. En ese tiempo también fue profesor en la Universidad de Cartagena y en la Universidad Jorge Tadeo Lozano del Caribe, también en Cartagena. Desde 1999 reside en U.S.A. y trabaja como profesor de español, tras culminar un Máster of Arts., en la Rutgers University de New Jersey, donde está terminando su tesis doctoral.
Su carrera literaria sigue un paso firme y seguro. Sus libros publicados son: Un tal Cortázar (1987), que es un reportaje sobre el autor argentino; los libros de relatos Bajas pasiones (1991) y Su última palabra fue silencio (1993); Un ramo de nomeolvides: García Márquez en El Universal (1995), que es una investigación sobre la estancia del insigne autor en ese periódico; la novela Criatura perdida (2000); La voz de las manos (2001), que recoge un grupo de ensayos sobre escritores latinoamericanos; y la novela La risa del muerto (2003). Su poesía sigue aún inédita. No olvidemos sus conferencias y colaboraciones en revistas universitarias de USA sobre lengua española y literatura latinoamericana en español y portugués.

3) “DIAGNÓSTICO”: Este era más un poema que un cuento, donde se hablaba sobre las consecuencias.

Jota Mario Arbeláez:
Poeta y publicista caleño (1940). Cuando los nadaístas de Medellín, con Gonzalo Arango a la cabeza, llegaron a Cali con el propósito de promocionar su movimiento, encontraron el respaldo de varios cómplices que se les unieron para exigir públicamente el reemplazo del busto de Jorge Isaacs por uno de Brigitte Bardot. Entre ellos estaba José Mario Arbeláez Ramos (o Jotamario, como empezó a firmar más tarde) el hijo mayor de don Jesús Arbeláez, sastre a quien exalta en "Paño de lágrimas", uno de sus poemas más conocidos. Lector atento de los surrealistas, Jotamario recoge de ellos el humor negro y el gusto por el absurdo y las imágenes insólitas. Su primer libro, El profeta en su casa (1966), confirmó el ingenio y el talante mordaz que distinguiría a los nadaístas caleños, pues, como él mismo afirma. En 1980 obtuvo el Premio Nacional de Poesía Oveja Negra y Golpe de Dados, con el libro Mi reino por este mundo (1981). Ha publicado, además: El libro rojo de Rojas (1970), especie de biografía del general Gustavo Rojas Pinilla, escrita en colaboración con Elmo Valencia; la antología Doce poetas nadaístas de los últimos días (1986), y El espíritu erótico (1990), antología poética y pictórica realizada junto con Fernando Guinard. Se ha encargado de conservar y dar a conocer obras de otros nadaístas, comp. Sinfonías para máquina de escribir (1985) de Darío Lemos, o Memorias de un presidiario nadaísta (1991) de Gonzalo Arango. De este último publicó también una antología titulada Obra negra (1974). Como publicista, Jotamario ha participado en el diseño de las campañas de Belisario Betancur, Álvaro Gómez y Andrés Pastrana.

4) “EL DEMONIO”: Nos narraba como todos los hombres pueden tener algo de “demonio” dentro de sí, reaccionalidad y verdad.

Rodrigo Arguello Guzmán:
Profesor asociado de la Universidad. Tecnológica de Pereira.

5) “EQUIVOCACIÓN”: “Te mataré, muerta estoy, dijo: la muerte”
Lorena Caicedo.

6) “INFESTACIÓN”: Candogia.

Octavio Escobar Giraldo:
Nació en Manizales, Colombia, en 1962. Es profesor de Literatura en la Universidad de Caldas. En 1995 publicó las novelas Saide (Premio Crónica Negra Colombiana) y El último diario de Tony Flowers; en 2003 El álbum de Mónica Pont (ganadora de la VIII Bienal Nacional de Novela José Eustasio Rivera); y este mismo año, hace tan sólo unos meses, 1851. Folletín de Cabo Roto, que le ha convertido en uno de los autores más populares del momento en el país.

7) “CHINO FILÓSOFO”: Nos hablaba de la combinación de sonidos, de las letras, de la concordancia en cuanto a todo esto.
Carlos José Castillo.

8) ”SIN TÍTULO”: Nos hablaba de la amnesia imperdonable.
José Luis García González.

9) “EL ALMA QUE VENÍA TODAS LAS NOCHES”.
Harol Kremer.

10) “UN DÍA DE MAYO”.
Juan Manuel Roca.

11) “MAÑANA”:

Oscar Castro García:

Cuentista y crítico de origen colombiano, radicado desde 1983 en Costa Rica. Profesor en la Universidad de Costa Rica y la Universidad Nacional de Costa Rica.

12) “ESTA ES LA TRISTE HISTORIA”: Nos hablaba de un esposo que se emborrachaba todas las noches porque tenía una esposa fea que a su vez tomaba Ron Blanco todo el día porque su triste historia consistía en que su marido era feo. “parádoja”.

Álvaro Cepeda Samudio:

Escritor y periodista costeño (Ciénaga, Magdalena, marzo 30 de 1926 - Nueva York, octubre 12 de 1972). Cuentista y novelista, hizo los estudios secundarios en el Colegio Americano de Barranquilla, y en 1949 viajó a Estados Unidos a estudiar periodismo en la Universidad de Columbia, en Nueva York. En 1951 regresó a Barranquilla, y trabajó como corresponsal de The Sporting News. En 1955 se casó con Teresita Manotas. Como periodista y gran apasionado de los deportes, cubrió eventos deportivos para el periódico El Nacional; en 1951 tuvo una columna en la página editorial de El Heraldo, titulada "La brújula de la cultura"; y fue director del Diario del Caribe. Participó, como guionista y actor, en el cortometraje La langosta azul, al igual que en otras películas cortas y en un noticiero de cine, y organizó el Cine Club de Barranquilla. Hablar de Cepeda periodista equivale a hablar de él como intelectual y artista. Quería estar al tanto de todo y lo quería dar a conocer todo. Precozmente había visto la necesidad de buscar, acoger y aclimatar valores nuevos y universales, tanto en las formas como en los temas, y de ello da fe su narrativa de ficción de esa primera época. Para Cepeda, en materia de arte y cultura, lo primordial era que circulara la información libremente. En la producción de la primera etapa periodística de Cepeda, se advierte cómo va definiendo los rasgos de lo que sería su periodismo. Sus dos primeros textos conocidos son: "Una calle", descripción-relato y "El periodismo como función educacional", ensayo-polémica-manifiesto, aparecidos en El Nacional de Barranquilla. Su primera columna publicada en El Nacional fue la titulada "En el margen de la ruta". Cepeda Samudio perteneció al Grupo de Barranquilla, tertulia de intelectuales de la que formaban parte Gabriel García Márquez, Alfonso Fuenmayor, Germán Vargas, Ramón Vinyes y José Félix Fuenmayor, entre otros; publicó varios cuentos en la revista del grupo, llamada Crónica. Su novela La casa grande, su obra narrativa más importante, fue el último libro publicado por Ediciones Mito. Acerca de La casa grande, García Márquez dijo: Novela basada en la matanza de los peones bananeros en huelga, realmente efectuada por un comando del ejército en 1928, La casa grande no exhibe muertos, y el único soldado que recuerda haber matado a alguien "no tiene el uniforme empapado de sangre sino de mierda [... ]". Esta manera de escribir la historia, por arbitraria que pueda parecer a los historiadores, es una espléndida lección de transmutación poética. Sin escamotear la realidad [...] nos ha entregado su esencia mítica, lo que quedó para siempre más allá de la moral y la justicia y la memoria efímera de los hombres. Sobre su cuento más conocido, "Todos estábamos a la espera" (Barranquilla, 1954), el crítico Eduardo Pachón Padilla dijo: Posee recursos tomados de la imaginación, estilo pulcro, nítido y mesurado. Todos los asuntos son examinados por un único aspecto: el individuo sumergido en el vórtice de la multitud. En su afán renovador, Cepeda incorporó a la narrativa, técnicas periodísticas norteamericanas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario